Y aquí ando, la misma pero distinta.
A veces viviendo muy rápido y a veces muy despacio. Tratando de encontrar mi ritmo aunque otros me impongan sus tiempos.
Mi vida es un rompecabezas que aún no armé. Pero he encontrado piezas que había perdido y otras que la desesperanza me había hecho creer que no existían.
El amor vino para quedarse, le hice un lugarcito en mi vida y él se arrimó al fogón.
La agenda me agobia no puedo hacer todo junto y eso me desvela.
Ya no miro para atrás, no importa más todo eso. Ya aprendí y sigo adelante.
Época de reencuentros y reorganización, ahora tengo un trébol de cuatro hojas en mi bolsillo.
Por cada deseo, veo una posibilidad.
Tengo de esos días.... y también de los otros...
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